
El manga que nos ocupa es obra del interesante autor Hideshi Hino, personaje japonés quizás más conocido por su faceta como cineasta. Es director de las entregas Chiniku no Hara (Flores de carne y sangre) y Manhoru no naka no ningyo (La sirena de las alcantarillas). Su fascinación por el celuloide le vino tras ver la película Seppuku de Masakai Kobayashi. Animado por sus compañeros de clase decidió compaginar la carrera de cineasta con la de mangaka.
El
Hombre Cadáver es una historia realmente interesante. Se trata de una extensión de los sentimientos del autor tras pasar una temporada ingresado en el hospital. Bajo la apariencia de un relato sencillo nos encontramos con una obra que reflexiona sobre la existencia y el sentido de la vida.
El protagonista del manga aparentemente ha fallecido ahogado y su cuerpo se encuentra en proceso de descomposición, pero sin saber porqué está vivo. Su obsesión se centra en ver a su familia antes de que su cuerpo desaparezca debido al estado en que se encuentra.
El dibujo es muy sencillo, incluso diría que un poco infantil, pero muy efectista y que consigue impactar al lector. Tiene similitudes con los dibujos de Tezuka, con el que el autor colaboró en la publicación experimental COM. La sencillez de narrar de Hino hace que la lectura sea muy ligera y la vez consigue transmitir todos los sentimientos de sus personajes con total claridad. A pesar de tratarse de una obra de 1986 no ha perdido un ápice de interés ya que el autor profundiza en la mente humana y los sentimientos.
Es grato descubrir este tipo de publicaciones, historias sencillas que a la vez que entretienen al que se acerque a ellas, le hacen reflexionar sobre su propia existencia y de los que le rodean.
Tanto la impresión como el papel son bastante buenos, además de respetar el formato japonés (los cuadernos se leen de derecha a izquierda) una atractiva excusa más para adquirir la obra de Hino, una de las sorpresas más gratas con las que me he topado últimamente, altamente recomendable.